Opinan los expertos

¿Por qué las mujeres no participan en la gobernanza forestal? ¿Cómo sería si participaran?

Investigación echa luces sobre la falta de igualdad entre hombres y mujeres en la gobernanza forestal.
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“Los académicos… al tratar el género y la gobernanza se han ocupado principalmente de la ausencia casi total de mujeres en las instituciones de gobernanza. La presunción es que una vez que las mujeres estén presentes, vendrá todo lo bueno. ¿Pero, podemos suponer esto? No. La relación de las mujeres rurales con los bosques es compleja”. — Bina Agarwal, economista especializada en desarrollo (a través de im4change).

Alarmados por la falta de igualdad generalizada entre hombres y mujeres en la gobernanza de los bosques, investigadores y profesionales han estado estudiando durante décadas diferentes vías para mejorar la participación de las mujeres.

Pero un análisis exhaustivo de la literatura sobre género y gestión forestal reveló que gran parte de la investigación se ha centrado en el sur de Asia. Según los autores, existen dos razones para ello. Muchos países del sur de Asia han hecho cambios pioneros hacia la devolución y la descentralización en los últimos 10 años, pero también el trabajo de Bina Agarwal sobre género y manejo forestal comunitario en India y Nepal ha dejado un sólido legado.

Bina Agarwal, una destacada feminista y economista especializada en desarrollo, y exdirectora del Instituto de Crecimiento Económico en Delhi, ha escrito extensamente sobre derechos de propiedad, la economía política de género, pobreza y desigualdad en el sur de Asia desde una perspectiva de género.

En un documento ampliamente citado en World Development, Agarwal argumentó elocuentemente que la falta de participación de las mujeres en el manejo forestal comunitario se debe a desigualdades entrelazadas a nivel de hogar, comunidad y Estado. Ella sostiene que aumentar el poder de negociación de las mujeres para que puedan participar de forma igualitaria en la gobernanza del manejo forestal comunitario no solo será bueno para las mujeres, sino también para los bosques.

En su reciente libro sobre Gender and Green Governance (Género y gobernanza verde), Agarwal prueba esas ideas teóricas en el contexto del manejo forestal comunitario en India y Nepal. Descubre que la mayor presencia de las mujeres en los organismos de toma de decisiones de las asociaciones forestales marca una diferencia considerable respecto a los dos objetivos principales del manejo forestal comunitario: mejor conservación de la base de recursos y satisfacer las necesidades locales.

Agarwal también se interesa por cuánta presencia es una presencia efectiva. Investigadoras y defensoras del feminismo han sostenido durante mucho tiempo que es necesaria una masa crítica de representantes femeninas en los procesos políticos para lograr atraer la atención hacia los intereses de las mujeres en las políticas. Pero con cifras que oscilan entre el 25 y el 50%, hay escaso consenso sobre qué constituye una masa crítica, lo que subraya la importancia de determinar el umbral empíricamente en distintos contextos.

Agarwal encuentra además que las mujeres serían más eficaces para promover normas favorables a las mujeres y mejorar el estado de los bosques si constituyeran una “masa crítica” en las asociaciones forestales, con un umbral de presencia en reuniones de entre el 25 y el 30% y alrededor del 25% en puestos de responsabilidad.

A pesar de que esta investigación se centra principalmente en el sur de Asia, los estudios sostienen que es hora de ofrecer importantes lecciones y perspectivas a otras regiones donde las relaciones de género, la historia y los enfoques de descentralización difieren.

Extendiendo el análisis de Agarwal a África y América Latina

Un estudio reciente de Coleman y Mwangi (2013) comprueba las hipótesis del modelo teórico de Bina Agarwal que se consideran determinantes para la participación de las mujeres:

  • normas que excluyen a las mujeres de pertenecer a asociaciones forestales;
  • normas como el aislamiento femenino y el reparto desigual de las responsabilidades domésticas y de cuidado;
  • preferencias sociales que dan más importancia a la participación de los hombres que a la de las mujeres;
  • posiciones arraigadas entre los hombres que dudan en dar poder a las mujeres;
  • dotaciones personales (como tierra y redes sociales) que permitirían una participación efectiva de las mujeres;
  • dotaciones del hogar (como posición social y económica) que evitan la participación efectiva de la familia, incluida la de las mujeres del hogar.

El análisis global de Coleman y Mwangi plantea dos preguntas: ¿Qué determina la participación de las mujeres en las instituciones forestales y qué efecto tiene su participación en los resultados institucionales? Se tomaron en cuenta dos resultados institucionales: niveles de conflicto e imparcialidad de las reglas, que se consideraron cruciales para la acción colectiva eficaz.

Para ir más allá de los estudios específicos de caso y de región, analizaron dos conjuntos de datos globales diferentes —a nivel de hogar y de asociación forestal— identificados por el programa International Forestry Resources and Institutions (IFRI).

El análisis de encuestas de hogares encontró que era probable que la participación de las mujeres en las instituciones forestales fuera más alta cuanto más tiempo hubiera ido a la escuela el/la cabeza de familia; que en los hogares con más miembros era mayor la probabilidad de que hombres y mujeres tuvieran responsabilidades iguales; y que era más probable que las familias con una mujer al frente contaran con mujeres responsables de la participación.

Investigadoras y defensoras del feminismo han sostenido durante mucho tiempo que es necesaria una masa crítica de representantes femeninas en los procesos políticos para lograr atraer la atención hacia los intereses de las mujeres en las políticas. Tomás Munita/CIFOR

Investigadoras y defensoras del feminismo han sostenido durante mucho tiempo que es necesaria una masa crítica de representantes femeninas en los procesos políticos para lograr atraer la atención hacia los intereses de las mujeres en las políticas. Fotografía de Tomás Munita/CIFOR

Aunque la mayoría de estos resultados son intuitivos y refuerzan el modelo de Agarwal, el estudio también descubrió que la participación de las mujeres no influyó mucho para cambiar las percepciones de estas sobre la imparcialidad de las normas y sanciones.

Este hallazgo debería preocupar a los que sostienen que uno de los principales objetivos de que los hombres y las mujeres participen en la toma de decisiones ambientales es contribuir a formular las políticas que los participantes prefieran.

Si se supone que el propósito de la participación de la mujer es ayudar a elaborar políticas, Coleman y Mwangi argumentan que no parece que la participación del hogar esté vinculada con políticas de las que ellas sean partidarias, como normas y sanciones más “justas”. (“Justas” podría significar mayor acceso a la leña o las sanciones impuestas por no cumplir las restricciones de acceso a la leña, ya que las mujeres son las principales responsables de recoger leña).

A nivel de asociaciones forestales, encontraron que una diferencia pequeña entre los salarios de los hombres y de las mujeres también significaba que existía una probabilidad alta de que hubiera una mujer dirigiendo la asociación forestal. Cuando los puestos del consejo se logran competitivamente, las mujeres tienen menos probabilidades que los hombres de conseguirlos. Esto apuntaría a un campo de juego poco favorable que desalienta el liderazgo de las mujeres. También descubrieron que la participación de las mujeres, especialmente cuando son miembros de juntas forestales o alcanzan puestos de liderazgo, trae como resultado menos conflictos.

Impulsando una mayor presencia de mujeres

Organizaciones de desarrollo, ONGs y gobiernos pueden emplear las pruebas generadas por estos estudios para impulsar una mayor presencia de mujeres en las organizaciones forestales.

Pueden fomentar que los grupos de usuarios del bosque adopten sistemas no competitivos de acceso a puestos y normas de pertenencia poco rigurosas a corto y medio plazo. La falta de igualdad en salarios y patrimonio entre hombres y mujeres es más sistémica y requiere esfuerzos más concertados y de plazo más largo para ser abordada. No obstante, se subraya la importancia de encontrar sinergias entre el sector forestal y otros, como la educación y el trabajo.

Investigaciones futuras también pueden aprovechar este estudio de diversas e importantes maneras.

La participación de las mujeres no influye mucho para cambiar sus percepciones de la imparcialidad de las normas y sanciones.

El conjunto de datos del IFRI es un ejemplo de un estudio comparativo global existente que incluye (aunque de forma bastante limitada) asuntos de género. Para ayudarnos a comprender mejor la situación del género en el mundo en desarrollo, los futuros conjuntos de datos globales deberían incorporar por rutina preguntas de género que nos permitan desagregar a hombres y mujeres junto con factores como la edad, estatus económico y etnicidad. Esto nos posibilitaría justificar variaciones dentro del grupo y entender mejor cómo el género se relaciona e interactúa con otras estratificaciones sociales.

También sería interesante usar una compilación de los indicadores del IFRI (estado de los bosques, además de la percepción de la población local sobre prácticas de manejo forestal y cambios en la cobertura forestal) para medir el impacto de la participación de las mujeres en los resultados del bosque (tanto biofísicos, en términos de estado y cobertura forestal, como en términos de instituciones existentes para facilitar la acción colectiva).

Para finalizar, la investigación futura podría centrarse en estudiar más a fondo la cuestión de la masa crítica y explicar cómo la participación femenina en la gobernanza forestal se traduce en resultados y lecciones de políticas para el empoderamiento de las mujeres y bosques mejor gobernados en diferentes contextos.

Bina Agarwal ha contribuido significativamente a la literatura sobre género y gestión forestal al identificar una serie de factores que inciden en la participación de las mujeres y el impacto que su presencia tendrá en las propias mujeres y en los resultados de los bosques. El estudio de Coleman y Mwangi sirve como ejemplo de la importancia de aprovechar las contribuciones de Agarwal y su validez y relevancia en diferentes países. Juntos, estos estudios han dado más legitimidad a la urgencia de mejorar la participación de las mujeres en la gobernanza forestal.

Bimbika Sijapati Basnett es una investigadora de postdoctorado en el equipo de gobernanza de CIFOR. Puede ponerse en contacto con ella al correo electrónico b.basnett@cgiar.org.

Para obtener más información de la investigación de CIFOR sobre bosques y género, visite www.cifor.org/gender

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